Nos pidieron adaptar un decálogo de salud dirigido a gamers para que sonase de una manera más cercana y orgánica, y no fuese recibido como los consejos de un padre. Es complicado adecuar un lenguaje tan técnico a una forma de comunicación tan específica y exigente. Por eso propusimos contarlo de una manera más “internet” e hicimos una serie de animaciones cartoon plagadas de referencias y memes de la comunidad. Ha sido un proyecto muy arriesgado a la par que gratificante, porque nos lo hemos pasado tremendamente genial haciéndolos.
Nos hemos encargado desde la creatividad y el diseño hasta la postproducción de imagen y sonido.